«La primera visita al odontólogo debiera hacerse cuando el bebé se encuentra aún en el útero», afirma la odontopediatra Silvia Schmunis, que explica que la mujer embarazada debe consultar al odontólogo para evaluar el estado de su salud dental, y recibir información sobre el cuidado de sus dientes y empezar a conocer cómo es el cuidado de la boca del bebé por nacer. ¿Por qué empezar durante el embarazo? «Porque una mamá con boca sana, sin caries, no tendrá colonias de Streptococcus mutans, que es la cepa bacteriana responsable, junto con una dieta rica en azucares, de iniciar la placa bacterianaque lleva a las caries –responde–.
Cuando el bebé nace, al no tener dientes, no tiene en su boca esas bacterias. Casi siempre el primer agente de transmisión es la mamá, con los besos, probando la comida de la cuchara, limpiando el chupete con su boca».
Compartir juguetes en las guarderías es otra forma de contagio, aunque también pueden ser agentes de transmisión las niñeras, los abuelos o los hermanos, que pueden transmitir, igual que la mamá, a través de los besos o cucharas el S. mutans. De ahí que ya desde muy temprano sea importante implementar rutinas de higiene bucal.
«Las mamás deben aprender que la boca del bebé, aun sin dientes, se limpia de la misma manera que lavan las manos, el cabello o la colita de bebé. Es cierto que cuando son muy pequeñitos, a las mamás les cuesta introducir un elemento de higiene en la boca del bebé, pero a partir del cuarto mes, mamás ya más “cancheras“ en su rol pueden hacerlo», afirma la doctora Schmunis.
Los cuatro meses de vida del bebé es un momento adecuado para realizar la primera consulta al odontopediatra. «Aconsejo que se realice alrededor de los 4 meses, antes de que al bebé le erupcionen los dientes. En esa consulta se explican con claridad las diferencias de prevención entre traumatismos dentales y caries. Si un nene se golpea un diente, se rompa o no, es un accidente. Pero hay accidentes que se puedenel bebé prevenir. Por ejemplo: si viajan en auto, llevarlo atrás con cinturón de seguridad; aunque hay accidentes que se producen por más medidas de seguridad que se tomen», afirma.
Pero las caries no son accidentes. «No hay vacunas; sí hay prevención y tiene que ver con el cepillado diario, por lo menos dos veces al día, después del desayuno y antes de ir a dormir. El cepillo tiene que ser adecuado a la edad. Los chicos imitan, incorporan el hábito, pero la técnica la hace el adulto por lo menos hasta los 9 años, edad en la que ya pueden adquirir un buen entrenamiento en el cepillado. El cepillo tiene que entrar a la boca seco, enseguida se moja con la saliva, y después de la primera cepillada se coloca una porción pequeña en la punta del cepillo con una pasta de dientes que tenga los tenores de flúor adecuados a la edad. Indico la pasta dental alrededor de los 3 años, cuando los chicos aprenden a escupir. Si antes de esa edad la requieren por imitación, les indico que pongan el tamaño de 1/4 de lenteja», concluye la especialista.