4837-7777
Contacto
Logo Diagnostico Maipu

Por Sebastián A. Ríos

Elegido por la Universidad de Harvard como uno de los 100 Líderes del Futuro a nivel mundial, Bucher desarrolló Souri, una máquina para la producción de vasos biodegradables.

Egresado de la Escuela Técnica ORT, de Belgrano, Bucher estudia Ingeniería electrónica y Biotecnología en la Universidad de San Martín (Unzan). En 2017 estuvo en Berlín como representante en la cumbre de jóvenes del G20 y este año fue elegido por la Universidad de Harvard y el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) como uno de los 100 Líderes del Futuro a nivel mundial. Su interés por las cuestiones medioambientales, y en especial por la necesidad de desarrollar alternativas a los productos plásticos de un solo uso, fue el motor para que desarrolle Souri, una máquina para la producción de vasos biodegradables.

– ¿Siempre te interesó la ciencia?

–Siempre me interesaron los temas vinculados a la ciencia y la tecnología; desde que estaba en la escuela primaria. Apenas tenía 12 años empecé a competir en olimpiadas de biología y de ciencias, y ahí tuve la oportunidad de representar a la Argentina a nivel latinoamericano. Después de esto, surgió la chance de estar en distintos programas de investigación en institutos de varios países en temas muy distintos: por ejemplo estar en una isla en Chile trabajando en análisis de ecología de líquenes o estar en un laboratorio de física en Israel trabajando en disociación molecular de partículas inducida por láser. Todas instancias en las que iba pudiendo canalizar mi interés en estos temas, aprendiendo más, profundizando, preparándome.

– ¿Y tu interés por las cuestiones medioambientales?

–También desde chico siempre había estado aliado a temas vinculados con la conservación, la ecología, el interés por el mundo natural, y por entender cómo funciona eso y cómo afecta la acción del hombre. Por otro lado, cuando empecé a meterme en todos estos programas vinculados con la parte científica fui entendiendo de a poco esta situación crítica que tenemos en términos ambientales, en términos de contaminación, a nivel climático, y cómo se pueden abordar esas situaciones desde el lado tecnológico.

–¿Cómo surgió el desarrollo de los vasos ecológicos Souri?

–Surgió en el último año de la secundaria, identificando una situación cotidiana que se daba en el entorno de la escuela. Yo veía todos esos dispensers de agua donde los chicos iban, sacaban un vaso, tomaban un trago y lo tiraban, y era ver todos los días los tachos rebalsando de vasos de plástico.
Empecé a hacer estimaciones de que todos los años estaban tirando cientos de kilos de plástico solamente por utilizar estos vasos descartables en una escuela secundaria en la ciudad de Buenos Aires. Es una problemática que crece muchísimo. A nivel nacional son miles de millones de vasos de plástico y a nivel global crece en forma exponencial. Fue esa cuestión la que me llevó a investigar un poco más, a indagar en la contaminación plástica y en sus implicancias. Entonces empecé a plantearme de qué manera poder contribuir a reducir esos grandes factores de contaminación.
Ahí arranqué a desarrollar las primeras instancias de experimentación y pruebas con Souri. Primero de la parte de materiales y después del proceso de producción, de automatización a través de las máquinas los primeros prototipos. En un momento, vi que eso de algún modo funcionaba y podía tornarse en una alternativa que evitara el impacto ambiental negativo que justamente estaba tratando de abordar. Entonces fui tratando de trabajar todos esos componentes que hacen al proyecto - cómo su factibilidad económica -para poder ir fortaleciéndolo en términos de formación.
Lo que comencé a hacer es buscar recursos para poder impulsarlo y llevarlo al siguiente nivel.

–¿Crees que la problemática medioambiental ha ganado visibilidad a partir de los jóvenes?

––Efectivamente, pienso que en el último tiempo se han dado avances muy importantes en términos de la visibilización, del alcance y del interés o involucramiento en estas distintas problemáticas ambientales que estamos enfrentando, lo cual es algo fundamental. La contribución que están teniendo las diferentes movilizaciones o acciones por grupos de jóvenes a nivel global y en Argentina juegan un rol muy interesante.
Pero pienso que es algo que trasciende a un grupo etario y que nos convoca a todos como humanidad, como seres vivos viviendo en este planeta.

–¿Estás trabajando en una iniciativa legislativa para frenar la contaminación por descartables plásticos en Argentina?

–Dentro de este abordaje de la contaminación plástica, sobre todo de la que causan estos productos de un solo uso que se tiran y van a contaminar eternamente, es importante ir generando medidas transversales, sistémicas que puedan ir frenando esto. Por eso presenté una petición para lograr frenar la contaminación por descartables plásticos en Argentina. La idea es poder ir avanzando en dos ejes centrales. El primero es lograr un proyecto de ley a nivel nacional, en el Congreso de la Nación, que apunte a la prohibición, a la regulación progresiva de los distintos productos descartables de plástico. Ya se presentó el proyecto de ley a nivel de la cámara de diputados. Por otro lado, está el progreso a nivel local, de cada ciudad, de cada pueblo de la Argentina; cómo construir ese avance de presupuestos mínimos que se plantean a nivel nacional para poder ir llevándolo a la comunidad, cerca del lugar donde se va a ir poniendo en práctica. En este caso, lo que preparé es un material para que se puedan ir generando esos avances locales.

¡Sumate a nuestra comunidad!

  • Facebook

Suscribite a Diagnóstico Maipú

¿Estás buscando algo en especial?

Sedes

menu