El mejoramiento de la tecnología del Ultrasonido, sumado al avance del conocimiento médico, en el crecimiento y desarrollo fetales así como de su patología dieron lugar al nacimiento de una nueva especialidad: la medicina fetal. Por este motivo existen circunstancias, donde los conocimientos y tecnología básica se ven sobrepasados y debemos recurrir a un nivel superior de especialización para encontrar respuestas a situaciones puntuales.
Dos circunstancias son la base de estos estudios: la ecografía de las semanas 20 a 24 donde un detallado estudio de la anatomía fetal puede detectar alteraciones que en determinados casos, pueden modificar la conducta y manejo del embarazo. Este estudio es conocido en la lengua inglesa con Detailed Fetal Scan, Anomaly Scan o Fetal Scan.
Por otra parte, en cualquier momento del embarazo pueden surgir hallazgos ecográficos o clínicos, que se apartan de la evolución normal del embarazo y que requieran la intervención de un especialista en medicina fetal que auxilie al obstetra con este tipo de estudio de Nivel II, de mayor complejidad tecnológica y científica.