A través de este procedimiento es posible investigar con gran precisión desórdenes metabólicos que están ocurriendo en el sistema nervioso y en otras regiones del cuerpo.
Sus principales aplicaciones son:
- Diferenciar una enfermedad infecciosa (ej. absceso) de un tumor.
- Diferenciar un infarto cerebral de otro tipo de lesión.
- Obtener información pre-quirúrgica de la composición metabólica de un tumor cerebral.
- Monitorear el tratamiento de un tumor y evaluar su respuesta.
- En casos de epilepsias que no responden al tratamiento poder localizar aquella zona responsable de las crisis, en conjunto con el cuadro clínico y el electroencefalograma, y de esta forma plantear una posibilidad quirúrgica.
- Decidir si un agrandamiento de la próstata es debido a un origen benigno (hiperplasia, adenoma) o maligno (cáncer).
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